Viviendas Passivhaus: un concepto que funciona

Viviendas passivhaus

El concepto principal de las Viviendas Passivhaus, a diferencia de una construcción convencional, es mantener una temperatura ambiente agradable sin la aportación de dispositivos de calefacción. La actividad diaria en una vivienda (personas, animales, aparatos eléctricos) libera calor al que se suma el calor traído del exterior (la luz solar). Por ello, estas diversas fuentes de calor son suficientes para satisfacer las necesidades de calefacción.

La construcción de las viviendas Passivhaus implica necesariamente el uso de materiales aislantes de altas prestaciones para limitar al máximo el gasto energético de la vivienda. Recientemente, este principio de construcción de viviendas passivhaus atrae a cada vez más personas interesadas en reducir sus costes energéticos y poner su granito de arena para proteger el  medio ambiente.

En un futuro muy cercano, los edificios tendrán que acercarse al rendimiento «pasivo».

¿Cuáles son los desafíos para las Viviendas Passivhaus?

 

Para cumplir con el estándar “Passivhaus” se requieren el cumplimiento de varios puntos:

Aislamiento térmico eficaz

La necesidad de calefacción de  las Viviendas Passivhaus debe ser inferior a 15 kWh/m2/año, lo que requiere un aislamiento óptimo. No es raro encontrar aislamientos con un espesor de entre 30 y 40 cm en paredes y en ocasiones más en tejados y suelos. Ello también implica la instalación de carpintería de triple acristalamiento, así como de marcos muy bien aislados.

De esta manera se minimizan las necesidades de calor gracias a este aislamiento de alto rendimiento y, en consecuencia, las pérdidas de energía son menores.

El aislamiento de las viviendas Passivhaus sólo será óptimo cuando sea eficaz en las paredes. De hecho, no se tolerará ningún puente térmico para no correr el riesgo de pérdida de calor de la vivienda. Como ya sabemos, las principales pérdidas de calor se producen principalmente en los puntos de contacto entre paredes, techos, suelos y marcos.
Para eliminar definitivamente estos puentes térmicos se recomienda utilizar aislamiento térmico exterior.

Ventilación y sellado

Para evitar la pérdida de calor de la vivienda a través de grietas y juntas, la estanqueidad se mide mediante la prueba de la puerta sopladora. Entonces la prueba consiste en poner la vivienda bajo presión reemplazando la puerta de entrada por una puerta con un ventilador que sopla aire. Esta práctica es fundamental para localizar fugas de aire.

Una vez que la vivienda esté perfectamente aislada y hermética, es necesario asegurar la renovación del aire.
De hecho, el elemento esencial de una casa pasiva es garantizar una renovación de aire suficiente a sus ocupantes para que puedan residir cómodamente en su alojamiento. Todo ello, sin perder el calor interior del hogar. Pero a medida que la ventilación aspira aire exterior, lo expulsa al exterior después de pasar por la zona caliente. Es una apuesta segura que calentemos el aire entrante para acabar echando este calor al exterior.

Recuperación del calor saliente

La construcción pasiva debe recuperar el calor del aire saliente para calentar el aire entrante. Para ello, la ventilación debe estar controlada por un sistema de doble flujo que permita así controlar los caudales de aire. Esta ventilación está equipada con un intercambiador de calor que consiste en recuperar más del 75% del calor del aire saliente y comunicarlo al aire entrante.

El sistema VMC de doble flujo es adecuado para casas pasivas porque los requisitos de calefacción de este tipo de construcción son muy bajos. Al igual que la producción de agua caliente sanitaria, que puede garantizarse mediante producción solar o un calentador de agua termodinámico.

Para optimizar la ventilación de las viviendas Passivhaus (también llamadas Passive House) se puede complementar con un pozo canadiense. Este proceso consiste en canalizar la temperatura del suelo que es superior a la del aire. El aire pasa por un conducto y se calienta unos grados en invierno y se enfría en verano.
Hay que tener en cuenta que es posible ahorrar aún más recuperando el calor del agua de salida (lavadora, ducha, lavavajillas) para precalentar el agua de entrada procedente de la red.

¿Es ecológica una casa pasiva?

Las viviendas Passivhaus consumen muy poca energía, lo que puede catalogarse como una casa ecológica. De hecho, el gasto energético para calefacción debe ser la mitad que el de una casa que cumpla con los estándares térmicos actuales. Este ahorro energético reduce considerablemente el impacto de la vivienda en el medio ambiente.

No  hay duda, las viviendas passivhaus serán un tipo de construcción imprescindible en un futuro muy próximo.

Empresa constructora de  Viviendas Passivhaus

La construcción bajo el estándar de viviendas passivhaus implica siempre trabajar con un especialista en el sector como Doseme Madrid. Puedes contactar con nosotros en los teléfonos 91 921 29 42 / 635 816 729 o bien enviarnos un correo electrónico a info@dosememadrid.es. Te atenderemos a la mayor brevedad posible. 

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